martes, 9 de noviembre de 2010







Y estuve esperando alrededor de 30 min. que pasara la micro, bajo el calor que ya estoy empezando a acostumbrar, y junto a mi guitarra, que una vez mas no me dejaba solo.

Cuando llego, subí y me senté en esos asientos de a cuatro, donde la gente puede mirarse a los ojos.
Pedi permiso y me fui sentado en el que daba a la ventana, en el sentido de marcha de la micro (porque estan los otros dos opuestos)

En diagonal mío iba un caballero muy curioso, de altura baja, y contextura gruesa, moreno, y me sorprendio el hecho de que sonriera. Puse mis pies sobre el asiento de enfrente mío. El hombre sonrió, e imitó el gesto, pero puso sus pies sobre el asiento al lado mio.Miré por la ventana, y me perdí en mi música.

Cuando me di cuenta, el caballero me miraba y me tendía su mano, me saque un audifino, y nada descortés, se la dí.

Me puse denuevo el audifono, cuando luego vi que me hablaba. Le costaba hablar, pero igual le entendí que me preguntaba la hora.

El tambien tenia reloj.

"Las cuatro un cuarto", miro su reloj y me dijo con sus enredadas palabras, "Tengo la 4:18 pero está bien"

"Esa es tu guitarra?" (al menos eso entendi yo), "Si", "¿Es electrica?, "Nopes, es de palo...pero está media mala, (Mentí) un problema con el mástil, pero suena igual". "Ah, que entrete", y volvió a sonreir.

Se subio un señor, y le pidio al caballero que bajara los pies, y le dejara sentar.
El caballero, al igual que a mi, le ofreció la mano. El señor, miro desconfiado, y despues de un rato, le dió la mano. Se subio un niño, y se sento al lado del caballero, en frente mio, iba bebiendo bebida.

El caballero le pidió bebida, segun él estaba sediento. Pero el niño lo ilusiono con que le dejaría bebida.
El caballero, tocó el timbre en General Velasquez, y se levanto, pero no se bajo. Saludó a un par de personas amargadas y volvio a sentarse. Tuvo unas actitudes que me hicieron sonreir, demostraba ser una persona feliz.
La gente lo miraba mal, de echo, evitaban el contacto con él, creían que quiza era un violador, o quiza una asaltante.
Toco el timbre en las rejas y bajó.


Eran las 4, y decidí hacer parar la primera micro que pillé, algo osado pero seria entretenido.
Subi sin pagar (se que está mal, pero no tengo Bip), y me senté en esos asientos de a cuatro, donde la gente puede mirarse a los ojos, pero prefiere leer un libro, escuchar música, o sencillamente aislarse del resto.

Se subió una mujer, se sento en frente mío, iba con lentes de sol. Al mirarme, sonrió, nose si le pareci atractivo, o simplemente ridículo. Le tendí la mano (era el minimo derecho que podia tomarme, si ella me habia mirado a los ojos), pero me miró feo, me dejo con la mano extendida, y se fue a otro asiento.

Gente que viaja sola y triste.

Despues miraba el paisaje, ya no sabia donde andaba. No importaba (:
Me desesperaba el echo de que la gente anduviera encapsulada, pareciera que todo lo que se inventa lo unico que hace es separarnos.
No era como cuando yo era joven, para acercarme a alguien tenia que hablarle y listo, ahora se conocen por el chat y es todo mas facil.
La guitarra fue una manera mas fácil de acercarme a las mujeres, no tenía buena voz, pero expresaba lo que sentía. Tambien cuando vendía chocolates, a los enamorados en el cerro Santa Lucía, fué una buena manera de conocer gente. Ahora, no me queda nada, mi guitarra me la quitaron, y no me queda nada mas que lo que tengo puesto, y esto que los doctores del consultorio llamaban retardo mental.

No me importa, yo vivo feliz :)

Volviendo de mi ensimismamiento, recorde que viajaba, solo, como siempre.

Se subio un joven, con una guitarra, escuchando musica. Se sentó en diagonal mío, y cuando se sentó, me vi reflejado en él. Mi juventud.

Cuando me creía el rey del mundo, nada podía matarme, ponía mis pies sobre todas las cosas. Me acostaba en las bancas, ponía mis pies sobre los asientos, era totalmente YO .

En el momento en que subió sus pies al asiento, dije: es un joven, tal cual como lo fuí.
Lo saludè, y me respondió el saludo.
Le pregunté la hora, para entablar conversacion.
Le pregunte por su guitarra (que recuerdos), y en sus ojos vi que me mintió, pero me dió lo mismo. Es dificil confiar en una persona que recien conoces.
Pero parece que no tenía ganas de hablar.
Se lleno de gente, y comencé a saludarlos, haber si alguien queria hablar.
Ninguno respondio, otros se alejaron; uno incluso dudó en darme la mano.

Estaba sediento, y le pedi bebida a un niño que iba al lado mío.
No me quizo dar, y le entendí, pero no era necesario ilusionarme.
Toque para bajarme, pero no conocía el lugar, y me pareció un tanto peligroso, asi que me volví a sentar.
Toque denuevo en un lugar que me parecio mas seguro.
Salí y respire
y senti el sol en mi cara...y volvi a sonreir.

La gente no sabe lo que se pierde.

Volvi a respirar...

y ahí estaba yo denuevo, solo contra el mundo.


















Si te quiero, y no pienses estupideces





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